Juicio por fumigaciones en Córdoba


Entrevista con Corina Barbosa. Miembro del Grupo de "Madres de Barrio Ituzaingó Anexo”

El encuentro ocurrió el 30 de junio de 2010 en el marco del Taller Nuevo Teatro Documental, de Roland Brus/Hernán Rossi, en la Universidad Nacional de Córdoba.
Por Marta Platía, Roland Brus, Laura Gallo, Victoria Rubio, Lucía Martínez y Tomás Gianola


Roland: Vamos al tema ¿Cuánto llevan de esta pesadilla?
Corina: Hace 10 años ya.
Roland: ¿Y cómo se dieron cuenta?
Corina: Bueno, yo veía al lado mío un señor que fallece de una leucemia. Estoy hablando de años atrás… 2000 más o menos, que se enferma el señor. Se enferma Yesica de leucemia con una separación de 20 días. Y… todos nosotros pensando que era una gran casualidad. En cierta forma nos habíamos adaptado a estar rodeados de enfermos. Que se enfermaba éste; que se murió la mamá de un compañerito de escuela de 6 años y la mamá tenía 33. A la vueltita, el señor De Sena. Y así con leucemia. Todos te avisaban. Te mortificaban. Pero nunca yo pensé “algo está pasando”. Yo decía: algo está pasando, algo puede ser. Pero nunca como para hacer una investigación como hizo Sofía (Gatica) en el año 2001. Que dijo “bueno no, esto no es normal”. Hicieron una carpeta y la metieron en el Ministerio de Salud. Eso nunca lo hice. Nos estábamos acostumbrando a vernos enfermos.
Roland: ¿Y cuántos casos vieron hasta que reaccionaron y se dijeron “eso no es normal”?
Corina: No reaccioné por mí en sí; sino al ver comenzar la lucha cuando se hizo la denuncia. Se enferma Brisa que también tiene, acá al frente, leucemia. O sea, son tres casos juntos. Ahí ya decís “no puede ser”. Entonces se enferma Brisa y las veo que empiezan a movilizarse para cambiar el agua. Yo voy a todas las reuniones, para que cambien el agua y todo lo demás. Pero, todavía no, no me integraba.
Marta: ¿En esa época ustedes pensaban que el agua estaba contaminada?
Corina: No sé muy bien, porque a la denuncia la hizo Sofía que empieza esto. Y ahí se pide estudio de suelo, aire y agua. Y en el agua sale (debe haber sido en marzo) que tenía endosulfán. Ahí es cuando comenzamos a luchar para que cambien el agua. Porque ya sabíamos que teníamos un agroquímico en el agua.
Laura:¿ Pero entonces no relacionaron de primera las enfermedades con las fumigaciones?
Corina: No, no. Porque además de las fumigaciones estaban los transformadores de (electricidad) con pcv. Nosotros acá en la esquina por ejemplo teníamos un transformador con pcv.
Laura: Además por esa época, en el 2000, todavía no se hablaba de la soja como algo malo…
Corina: No, con decirte que para nosotros era natural que vinieran, por ejemplo, cuando levantaban la cosecha, venían los señores y nos daban las bolsas de soja. Y qué si habré comido, si habré hecho milanesa de soja…
Laura:  Todos tomábamos leche de soja…
Roland: ¿Y quién eran los señores?
Corina: Los señores que levantaban el cultivo. En aquel tiempo no teníamos asfalto… Nos fumigaban hasta la puerta (La casa de Corina está en la última línea de casas del barrio Ituzaingó Anexo II. Cruzando la calle está el campo de soja). Yo estoy a treinta metros, cuarenta metros… Mis hijos jugaban ahí en la esquina. El campo…todo... Esa desesperación de cuando vos te das cuenta de algo, o te enteras que está pasando algo y decís: ¿Qué pasará con mis hijos? Por eso empecé yo con el grupo de mujeres. En la lucha de la defensa de mis hijos nada más.

Marta: Corina, hubo un caso que yo recuerdo en el cual una señora cerca de aquí que terminó cambiando su casa por un camión…
Corina: Sí. Así fue.
Marta: Porque el hijo se enfermó.
Corina: Se enfermó, sí. Ella también había comenzado con el grupo de madres. Y se fue. Se fue de acá. Tenía trece años el chico.
Marta: ¿Saben qué ocurrió con ella?
Corina: Y él siempre está en tratamiento.
Marta: Ah, él sigue en tratamiento…
Corina: Sí, sí. Porque vos te vas de acá, te vas enfermo. Hay otra señora también que tiene su hijo que le daban unas crisis cada vez que fumigaban. La cara… todo el ojo se ponía blanco, se transformaba monstruosamente. Tenía que llevarlo al hospital corriendo, al Hospital de Niños. Le ponían dos o tres Decadrón y así … Se fue de acá, están en Buenos Aires. Mirá, si a mí en el año 2002 se me enfermó mi hijo de gastritis, una gastritis rara; y dentro de esa gastritis, mientras estaba internado, porque estuvo 20 días en el hospital de niños; fui a una reunión y el Ministro de Salud que en ese momento era Chuit, fue a una reunión del grupo de madres, a decir que mi hijo tenía púrpura. Y fue, le juro que una desesperación muy grande… No tenía dinero. Yo no tenía nada. Junté unos pesitos y fui a pedir un análisis particular a mi hijo. Y dos veces lo repetimos porque yo estaba mal, mal. Pero era, era. ¿O se había equivocado él? No sé. Pero era, era ¿Qué te puedo decir? Que cuando nosotros hicimos un relevamiento, que fuimos casa por casa, había otros enfermos. Mucha gastritis por esa agua que habíamos tomado tanto tiempo con endosulfán y vaya uno a saber qué otras cosas más.
Laura:¿Y por qué era… por qué llegaba el endosulfán al agua? ¿Por los tanques, de arriba de las casas?
Corina: Mirá, el endosulfán… Nosotros teníamos tanque, no agua de red. Cuando salgan de acá lo van a ver. El tanque todavía está.
Laura: Claro, y se contaminaba ése...
Corina: Y…sacaban de las napas, y desde las napas debe ser que estaba contaminado. Y no sólo eso. Sino que también estaba en mal estado, y cuando pasaba el avión…y viento noreste siempre...
Roland: ¿Y recuerda cuándo arrancaron a fumigar?
Corina: Yo no le dí mucha atención. Al principio no. Pero en el 2002 empezamos a entrar, a parar las fumigaciones.
Marta: ¿Y cómo la paraban?
Corina: Las parábamos. Entrábamos en el campo. Entrábamos, veíamos un mosquito o algo y salíamos…Una vez me tuve que volver yo porque me dio un ataque de asma. No podía ni respirar.
Roland: ¿Se metieron para poner el cuerpo?
Corina: Nos metíamos al campo y no lo dejábamos fumigar.
Roland: ¿Eso era casi una declaración de guerra?
Corina: Y… la nuestra. Mirá, nosotras cada vez que veíamos que pasaban, dejábamos lo que estábamos haciendo. Siempre, que era como una guardia. Cualquier vecino que veía, venía y nos avisaba, y salíamos...
Marta: ¿Y cuántos iban, aproximadamente? ¿Diez, quince?
Corina: Y siempre éramos las mismas.
Marta: Más o menos, Corina…
Corina: A veces éramos cuatro o cinco. O las que, estuviéramos acá.
Marta: Pero cómo se hacían ver por los pilotos, ¿con trapos, con las manos?
Corina: No, así nomás, así no más. Y te digo que una vez entramos y allá nos querían agarrar allá con los machetes.
Roland: ¿Quién? ¿Quiénes? ¿Los peones?
Corina: Exactamente, los peones. ¿Y saben lo que nos decían? Que qué teníamos que meternos nosotras con la soja, que ellos estaban sembrando y cultivando. Que nos daban… Que nos mataban el hambre. Porque mucha gente de acá estaba con Plan de Jefes (de familia).
Roland: ¿Es una fuente de trabajo para muchos acá?
Corina: No, no. Para poquitos.
Laura: ¿Y han ido con ustedes sus maridos? ¿O siempre fue así, de mujeres, nomás? ¿Coraje femenino?
Corina: No sé…
Marta: ¿Pero qué pasa? ¿Los maridos en algún momento les dijeron: bueno, paren con todo esto…?
Corina: No. Yo, mira, te digo la verdad: yo sí he tenido muchos problemas con mi marido. Porque he tenido problemas en el barrio porque… porque empecé. Porque yo también tenía ese “me matan el hambre”, como decía aquel señor. No hacés nada con los ciento cincuenta pesos que me daban con el Plan de jefa. Entonces cuando, nosotros comenzamos todo esto pedimos que nos manden médico, enfermero, que nos pongan un dispensario de la municipalidad. Entonces, la gente que estaba en contra, porque siempre está el que dice que no pasa nada, que el que está enfermo es porque es sucio, porque limpian, porque Dios lo ha querido así, porque es castigo de Dios...
Roland: ¿Los vecinos decían esas cosas?
Corina: Es que está dividido como en todos lados. Me parece que en Oncativo pasa lo mismo. Y en todos lados es igual.
Marta: ¿Y tu marido te decía: vos siempre metiéndote en líos?
Corina: Aparte decía que yo abandonaba a mis hijos cuando teníamos que salir, ir a hacer corte de ruta, o lo que se decidiera…
Laura: Pero lo hacías por tus hijos.
Corina: Exacto. Y eso a veces no lo entienden los maridos. No entienden ¿me entendés?
Marta:¿Murió gente en el barrio, o no?
Corina: Sí, un montón. Y siguen muriendo.
Marta: ¿Los tienen contados?
Corina: No...
Laura: ¿Hay un mapa, no?
Corina: Yo te puedo decir. Eso lo tiene Sofía. Pero se ha hecho un relevamiento ahora.
Roland: Nosotros, por ejemplo, tenemos algunos datos: 140 casos de cáncer y leucemia, malformaciones…
Corina: Malformaciones y aparte hay mucho hipotiroidismo. Nosotros somos 5.600 personas. Y, dentro de esas 5.600 personas hay muchas cosas.
Roland: Al principio ustedes contaron los casos por manzana ¿no? Para decir: una o dos manzanas…
Corina: Claro…Yo te puedo decir, mirá, a ver mi casa, acá, Hay una leucemia; a la vueltita, un cáncer de mama; al frente una malformación. Allá, justo cuando termina la calle, otra leucemia. Casa de por medio, una leucemia. En la esquina, un cáncer de mama. O sea… ¿me entendés? Pero con todo esto que hicimos nosotros hubo muchos cambios que taparon un poco, porque… un poco han tapado la tierra ¿viste? Y… cambiaron el agua. Algo han hecho. Pero… Pero así y todo, ya quedó todo. Quedó todo.
Roland: Claro. Después llega el agua, después un poco menos de fumigación. Después ¿cómo sigue? Esos pasos… La línea, la línea de fumigación se corre ¿no?
Corina: Se corre, pero ¿por qué? Porque la lucha. Porque nosotros en el año 2002 estuvimos muy activas. 2002, 2003. Anduvimos… cortamos rutas. Fuimos y cortamos Colón y General Paz, que es la calle principal allá en Córdoba, dos veces. Y una vez, hicimos una marcha de Colón y General Paz.. Éramos poquitas, pero…
Roland: ¿Cuántas?
Corina: ¿Cuántas habremos sido? ¡Cuarenta, cincuenta! ¡Y no se si éramos tantas, eh?! Pero éramos, caminamos y vinieron gente de… Villa María no, de…
Laura: Colonia Caroya.
Corina: Colonia Caroya, me acuerdo que, en aquel tiempo también estaban bastante, nada más que no se porqué se callaron. Fuimos caminando desde Colón y General Paz hasta la casa de gobierno. Éramos poquitas, pero caminábamos. Cortábamos calles y rutas y no dejábamos pasar al tráfico.
Marta: ¿Lograron llegar a la gobernación?
Corina: No nos dejaron. Nos paró un batallón de policía. [Risas] Con perros, con unos palos grandes. A una mamá le dio un ataque, quería pelear con el policía. ¡Mamá! Le digo, somos mujeres que vamos a hablar… ¡Pero éramos qué! ¡Éramos nada! Porque vos te pones a pensar, y no éramos nada. Déjennos pasar. Déjennos llegar hasta la puerta. Que una pase, o dos, a hablar con el gobernador. Pero eran semejante cantidad de policías…
Roland: ¿Y en este momento ya tenían un poco de apoyo en los periódicos o estuvieron muy solas?
Corina: No, no… El periodismo estuvo muy ligado a todo esto ¿entendés? Tuvo mucha repercusión periodística.
Laura: No había la movida que hay ahora respecto a la soja y a las fumigaciones, me parece…
Corina: Es que era, permanentemente. Salir, cortar ruta, cortar esto… Perdón, pero nos puteaban de arriba abajo porque éramos poquitas.
Roland: ¿Y qué les decían?
Corina: Igual que mi marido: ¿Cómo mujer, qué vas hacer? Sos irresponsable ¿Cómo te vas a ir y vas a dejar los chicos? Así. Y si por ejemplo, teníamos una persona enferma que necesitaba una medicación (las veces que me he pasado allá en el Ministerio de Salud), hasta que no nos daban la medicación no nos veníamos. Ahí estábamos. Y si no nos daban la medicación llamábamos al periodismo. O sea: cuando nosotros buscamos medicación, siempre era así.
Marta: Corina, así que hubo como una progresión: primero el agua, después los agroquímicos…
Corina: Primero el agua, después ¿viste? hacen sacar los transformadores. Pero siempre se estuvo luchando con los agroquímicos, siempre. En el año 2002, en noviembre, en el consejo deliberante se juntan todos: el Ersep, Medio Ambiente de la Provincia, hubo también gente del Ministerio de Salud de la Provincia, y estuvieron todos los de la Municipalidad. Y allí nos juntamos todos y presentamos doce puntos, donde se pide: que se deje de fumigar; que se haga un relevamiento; que se haga contención a la gente; que se haga. O sea… de los pcv, estudio de suelo, aire y tierra. Que empezaron a hacerse de todo: se hicieron excavaciones a 30 centímetros, a 10 centímetros. Pero nosotros íbamos con ellos ¿eh? Nos subíamos arriba de los techos, a sacar muestra del tanque y ver lo que sacaban del tanque. O sea que a todos los estudios íbamos con ellos.
Roland: Controlándolos...
Corina: Sí. Y también se midieron los campos magnéticos. Porque allá en la esquina en la cuadra aquélla tenemos… una línea de media tensión. En el año 2005, cuando cambia el gobierno y ya la provincia se lavó las manos, y nos mandó todo a la municipalidad, se le pide a  (Luis) Juez que haga otros estudios, pone el dispensario. También se hace una encuesta epidemiológica, y se hace el estudio de los suelos y a los chicos. Se hace en 30 niños. Unos han sido mis hijos también, que le sacaron sangre. De los 30, 23 tenían agroquímicos (en sangre), pero 23 tenían esta clorotricloetano.
Roland: ¿Y eso qué es?
Corina: Que viene a ser… el lindano o un familiar del lindano. Es un agroquímico, que es cancerígeno; y mi hijo también tenía clordano, y no me acuerdo qué más, porque ya lo he olvidado… Después salió una nota en Página 12… Y recién se entera la presidenta. Entonces… y más con el quilombo ¿viste qué lío que había con los… señores sojeros? Que no, ellos no ganan nada. Justo le cae a la presidenta. Y manda gente, manda la Ministra, viene la Ministra de Salud, la doctora Ocaña, en aquel entonces.
Marta: ¿Graciela Ocaña?
Corina: Ahá. Conjuntamente… vino una comitiva. Y se está haciendo desde entonces, a los ponchazos, pero siguen, un estudio epidemiológico completo.
Laura: ¿De todo el barrio?
Corina: De todo el barrio.
Marta:¿No has tenido ganas de vender la casa, de irte? ¿Cómo es ése tema?
Corina: No. No puedo vender porque no nos dan nada. Aparte, yo digo, responsabilidad mía, ¿no es cierto? ¿Cómo voy a vender mi casa, sabiendo que acá está contaminado? Que acá el que va a venir va a enfermarse o… estoy con riesgo. Yo a treinta metros tengo… Esa es mi idea. Que es diferente a las de las demás mujeres. Y cuando yo me quise ir, que siempre me desvío, fue ahí en el momento que mi hijo estuvo enfermo. Si a mí me hubieran dicho tomate una casita de dos piezas de dos por dos, y yo me voy.
Marta: Como hizo esa señora que la cambió por un camión…
Corina: Sí, por la desesperación y por la duda que uno tiene de qué es lo que pasa, qué es lo que está afectando a tu hijo. Yo ya soy una persona grande ¿viste? Pero mi hijo, mis nietos… Porque mi hijo tiene a mis nietos. Y lo que les pasa a mis hijos les va a pasar… O sea, porque en sí el agroquímico y todo lo que demás del agroquímico pasa algo, pasa algo en los genes, adonde sea hay algo que rompe. Y entonces se pasa de generación por eso las malformaciones. Y las malformaciones sobre todo se dan en hijos que nacieron acá, los chicos.
Roland: ¿Y en ningún momento intentaron quebrar la resistencia, el movimiento que armaron ustedes, diciéndoles, bueno, vayan que tenemos una casita para ustedes en otro barrio, tenemos trabajo o privilegios para ustedes?
Corina: Bueno, eso del trabajo, por ejemplo, cuando a mí me dan el trabajo, viene el secretario de Salud de la Municipalidad, me encierra en la habitación que tenía el depósito y me dice ´Corina, esto gracias a mí lo tenés´. Y yo le respondí: Yo de siete a catorce trabajo para la municipalidad. Después soy del barrio Ituzaingó Anexo y del Grupo de Madres. Y cuando yo tengo que hacer algo, me pido un día o algo por el estilo, y hago lo que tengo que hacer. Cuántas veces habremos ido a la Legislatura y yo pedí el día. A hacer lío, como dicen mis hijos.
Marta: Son las Erin Brokovich del barrio…¿Vieron esa película con Julia Roberts?
Corina: Nosotras es más o menos lo mismo, ya que ellas están al lado de una fábrica donde están tirando… Acá antes todo era campo, ¿viste? Han tirado lo que se les ha dado la gana. Después, la Fiat, también ha tirado desechos industriales acá. O sea: qué pasa con el gobierno, qué pasa con todo el mundo que no hay el control para decir qué pasa en estas tierras para ver si pueden o no pueden habitarlas. Nunca se ha hecho ese control.
Laura: Claro, porque cuando se instaló el barrio ya había digamos una contaminación en el terreno, ¿no?
Corina: Y la gente, por ejemplo mi marido se vino acá porque él es del norte. Y se lo llama para hacer el servicio militar, y se salva, pero él se queda. Y compra acá, porque una hermana ya había comprado porque el marido de la hermana trabajaba en la Fiat. Entonces es así: acá en el barrio son muchas familias que tienen hijos que han venido de otros lados. Que se han instalado acá. Que son del norte, del campo, del interior de Córdoba, para trabajar. Y qué pasa en el año 2001, que cuando se sacan todas las industrias y el lío que hubo y la gente quedó sin… Y ahí es donde comienzan estos… infelices, les estamos dando las propinas con la soja.
Laura:¿Y los bidones de agroquímicos también daban vueltas por el barrio?
Corina: Había una lagunita, ahí estaban tirados.
Laura: Porque en otros barrios y en Oncativo, lo que pasa es que hay gente que los productores vienen y te traen los plásticos, y ellos los acopian. Los cortan, lo acopian y venden el plástico fumigado. Yo en Oncativo ví un hombre que hacía eso y que murió y nadie sabe porqué y parece que de intoxicación.
Corina: Hay mucha gente que tomaban agua de ahí…
Victoria: O usaban el agua para la ropa…
Marta: Y vas absorbiendo a través de la piel…
Corina: es que vos al principio no sabés nada hasta que no empezás a estudiar. En este momento nos quisieron traer esa fábrica la Innviron… la procesadora de basura. Quéeee… cuando supimos sabés qué. Otra porquería más ahí. Y empezamos, ya Sofía bajó de Internet y nooo, nos van a rematar! (Risas) Nooo. Vos sabés qué producen las dioxinas. Y las dioxinas acá, no se miden. El único lugar donde se miden es en Canadá. Entonces los señores hacen lo que se les da la gana. Como la gente es ignorante. Somos todos ignorantes.
Marta:¿Qué son las dioxinas?
Corina: La dioxina es un gas que eliminan… Por ejemplo cuando se quema el campo que está fumigado con el Glifosato, el Endosulfán, que son todos órganos clorados, ésos cuando se queman, producen un gas que es la dioxina. Y eso es más cancerígeno en “Uno A”. Porque viste está la clase uno, la uno dos; la uno a, be, 2, 3 y 4. La Uno A es la dioxina, porque es un gas que vos no le sentís olor, no le sentís nada. Igual que cuando se queman esos micro transformadores que explotan esos largan dioxina y furano.
Laura: Los basurales a cielo abierto largan dioxina todo el tiempo, porque se queman… por la combustión de los químicos que tienen por ejemplo, el plástico y todas las cosas que uno va tirando, eso combustiona y larga un veneno. Es un veneno la dioxina.
Marta: Laura, vos estás muy enterada ¿Eso pasa mucho en Oncativo?
Laura: Sí, en Oncativo hay todo, digamos. El basural está al lado del pueblo y se quema y todo el humo va al pueblo. Es un pueblo chico. Y los campos igual que acá.
Roland: Había, por ejemplo, durante las fumigaciones, vecinos o chicos con las banderitas para indicar.
Corina: No, no, no. Acá no… Lo único sí, es que cuando pasaba el avioncito, era lindo salían los chicos corriendo atrás del avioncito porque lo veían que pasaba bajito y ese humito…
Roland: ¿Te acordás de cómo se llamaba ese avioncito?
Corina: No, no. Era una avioneta…
Roland: ¿Conocían a los pilotos?
Corina: Nosotros hicimos una denuncia en el año 2006, por eso se ha dejado de fumigar, porque hay una denuncia penal, en la Municipalidad ingresó una denuncia penal, porque estaban fumigando el avión, Sofía le tomó la matrícula… Entre que Sofía le tomó la matrícula y denuncian ahí en el Dispensario, la Municipalidad actúa ahí nomás y le van y le hacen un allanamiento al campo y estaban todos los productos que no se podían usar…
Laura: Y encima ya estaba la ley provincial por la que no se podía fumigar con avioneta a 1.500 metros de la población…
Corina: Pero es que no respetan nada. Si vos te ponés a pensar, es todo el ejido municipal. No se puede fumigar.
Roland:¿Y los dueños, qué sabemos de los dueños de esos campos?
Corina: Y de los dueños no sabemos muy bien…. Es gente que está trabajando el campo. Algunos decían que eran de Angeloz, de la señora de Angeloz esos campos…
Roland: Qué raro que investigaron tanto y eso no se sabe…
Corina: ¿De quiénes son? Sí, si se sabe…
Victoria: En el documento que nos mandaste, salía que uno vivía en barrio Maipú y otro en barrio Jardín… Habían procesado a uno…
Laura: Y al del avión, al fumigador…
Roland: ¿Y eso en qué quedó?
Corina: El año pasado, a fin de año, es como si se hubiera querido terminar. Pero lo toma de nuevo el fiscal Matheu y dice no, a esto hay que seguir procesándolo. Me llamaron y me interrogaron. Yo dije que era del Grupo de Madres. Y me preguntó cuándo habíamos empezado, porqué, todo lo que pasaba. Yo le conté de mi hijo. En base a todo eso, todo lo que hemos contado, los testimonios, es por eso que procesan a ésa gente. Pero no sé en qué va a quedar. Lo que sí se es que tienen prohibido fumigar. Pero vos te vas y no sé si hay cuatrocientos, quinientos metros
Marta: Ya en el 2000 ya estaba prohibido a 1500 metros de distancia y no lo respetaban…
Corina: Sí, en el 2002, porque cuando comenzamos todo esto en el Concejo Deliberante prohíben a 2000, a 1500 alrededor de toda la ciudad.
Roland: ¿En qué momento tuvieron conciencia de que ustedes tocaron la columna económica del país?
Corina: Mirá, después de mucho tiempo me dí cuenta de todo lo que estábamos haciendo… No del daño económico en sí. A mí no me importa la economía. Me importa la salud de mi hijo. Yo empecé por mi hijo. Después pensé no: la lucha es por mí también y por todos los que estamos habitando. Y no es tan sólo acá, sino en todos lados. Vos te das cuenta que en muchos lugares es lo mismo. Entonces, qué te puede importar la economía, si para mí es más importante la vida que la economía del país. La economía de unos cuantos, de dos, tres o cuatro…
Roland:¿No sintieron por ejemplo también, que algunos medios intentan tapar el tema, de manipular la información? Yo recuerdo de haber leído notas en las que la denuncia sobre la soja, sacaban la palabra soja. Ponían las plantas verdes…¿Se dieron cuenta de que están luchando al estilo de Don Quijote? ¿O mejor es no pensar?
Corina: Yo mirá… No sé. Miedo tuvimos. Luchar hemos seguido luchando y a veces te cansás. Pero… no sé. Y es muy duro, porque te das cuenta de que vos vas a luchar y que va a llegar un momento que cae en un sin fondo porque somos pocos, siempre somos pocos. Yo creo que todos tendrían que denunciar y decir está pasando esto. No queremos más que nos estén matando. Pero es preferible o no sé, es más cómodo pensar que Dios quiere que te enfermes; o pensar que es un castigo de Dios, porque así el destino lo dispuso, que pensar que es culpa de.
Roland:¿ Y qué dice el cura, el sacerdote del barrio?
Corina: ¿Ahora? Ahora yo lo veo bastante movilizado y más ahora, por la planta ésa que quisieron poner, la procesadora de basura acá, se movilizó mucho. Y está actuando. Pero antes no.
Roland:¿Notás un cambio desde la presidenta por el caso?
Corina: Es un cambio en todo el barrio. No es tan sólo desde las instituciones, sino en todos los vecinos han cambiado. Porque ya lo dijo la presidenta, lo dijo alguien que sabe. No es que lo digan esas locas, como nos decían a nosotras, esas ignorantes que no saben nada, que hablan porque el aire es gratis.
Roland: Esas locas… lo dijeron también de Las Madres de Plaza de Mayo…
Corina: Sí, nos decían locas. Y la gente de adelante, porque el barrio está dividido de La France, donde está el tanque para acá, que es el fondo. De La France para el otro lado son los más ricos. Son los buenos ¿Viste?
Marta: Y ustedes los feos, sucios y malos…
Corina: Entonces nos decían ¿viste? esas locas del fondo mirá lo que están diciendo, que estamos todos enfermos, nos han desvalorizado la casa… Lo triste ¿sabés qué es lo que es? que cuando te vienen y te dicen “me pasa esto, ¿me podés ayudar?”. Hay una persona que nos decía que nosotros estábamos mintiendo, que nosotras éramos unas locas, que lo único que queríamos era plata, que nos teníamos que ir. Que si teníamos hijos enfermos, que agarráramos nuestras cosas y nos fuéramos. A los dos meses, el padre con cáncer…Y es una pena porque después vienen y te buscan. Te buscan y te dicen “yo te dije tal y tal cosa y me pasa esto y cómo podés ayudarme”.
Roland: Y qué te pasa cuando eso sucede…
Corina: Sigo ayudando lo que más puedo y busco que se haga un buen estudio, que se digan bien las cosas, que se llegue a un buen fin. Porque yo pienso que lo que nos ha pasado a nosotros es algo que en el tiempo va a pasar mucho tiempo para que deje de causar efecto. Y que no sea como me dijo el toxicólogo cuando me dio los exámenes de mi hijo: “Y bueno, dale bien de comer, tratá de que no juegue con tierra…”
Roland: ¿Qué más te dijo?
Corina: ¿Qué más me dijo? Dale bien de comer, el agua tratá de que esté bien limpia o sea, yo tengo la esquina… Fijate el tierral que entra por ahí… Yo no sé cómo hacer para que no me entre tierra. Además ¿qué hago? Los chicos están jugando permanentemente en el suelo.
Roland: Eso me hace acordar a lo que pasó en Chernobyl, ¿vieron documentales de Chernobyl? Era en toda Europa que los chicos no podían jugar con tierra. Esa era la primera vez en Europa, una amenaza que estaba en el aire, en los alimentos donde estaba la radiación.
Corina: Claro, pero eso era algo que se vio ahí, ¿me entendés? Fue algo agudo, en una palabra. Que explotó y que todo el mundo se enteró. Esto no. Esto es algo silencioso que poco a poco, que nadie se da cuenta. Y que dicen: es verdad, no es verdad; puede ser, no puede ser.
Marta: Para colmo pasa acá en la esquina. No pasa en Rusia. Y si pasa acá en la esquina es más increíble…
Laura: Y en este tema los que menos tienen autoridad para hablar son los profesionales y a los que les damos autoridad para hablar. Porque los médicos no están preparados para asumir lo que pasa con los efectos de los agroquímicos, y sin embargo son los que te diagnostican y a los que vos acudís para que te den una solución y te dan cualquier solución, pero menos la que vos necesitás. En Oncativo hay muchos casos de hipertiroidismo, y nosotros hablamos con un pediatra, sabiendo que uno de los efectos que causan los agroquímicos es la disfunción hormonal, y en realidad te dicen “yo no sé, en Córdoba me preguntan porqué mando desde acá tantos chicos con hipertiroidismo, pero en realidad no sé”.
Marta:¿Pero no se lo preguntó él mismo?
Laura: No. Y después bajó una información que nosotros ya teníamos, de Internet, que decía que puede ser una causante. Entonces te da mucha impotencia, porque los profesionales no se están formando. Tampoco. Ni ellos ni los ingenieros agrónomos que avalan, que dicen que el glifosato no hace nada…
Corina: Yo te voy a contar una anécdota que tuvimos en la reunión de Medio Ambiente de la Provincia, estaba Nirich, Sergio Nirich, que ahora está en Innviron la empresa de la basura. Bueno, estábamos hablando de lo que produce el Glifosato y el Endosulfán. “No pasa nada”, dice. Y Sofía le dice: “Yo le voy a traer un vasito con Endosulfán y usted se lo va a tomar”.¡Vos estás loca, Sofía, cómo pensás eso! Era una discusión terrible. Un vasito de Glifosato, de Endosulfán y usted se lo toma… O ponete vos al lado de tu casa un agroquímico o un PCV, un transformador con PCV, ¿me entendés?
Marta: ¿Es cierto que hasta hubo cuatro suicidios por ahorcamiento?
Corina: Por ahorcamiento. Vos sabés que los agroquímicos…te pones a leer, y lees cosas como que producen depresión
Laura: Operan también sobre el sistema nervioso…
Roland: Y se ahorcaron ¿dónde?
Corina: En su casa
Lucía: ¿El esposo de tu vecina, por ejemplo?
Corina: Sí. El estaba muy mal y lo hizo así.
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